Es el más tradicional de los tres sistemas. Sus desventajas actuales son su mayor consumo, y que antiguamente sólo producían un color. Ahora, gracias a los nuevos diseños, existen modelos que proyectan la luz a través de ruedas de color giratorias.

El valor de un sistema de luces depende de las características de la piscina, de los gustos del usuario, de las lámparas utilizadas, del sistema de cableado y de los focos elegidos. Pero se tiene que tener en cuenta que los artefactos eléctricos y de conexión deben cumplir las normas de seguridad vigentes.

Se recomienda buscar un electricista matriculado, que trabaje bajo las normas de seguridad exigidas por el ente Nacional de regulación eléctrica.

Es muy importante que en el interior se utilice línea de baja tensión, (12 voltios). Así mismo, no debe haber toma de corriente cerca del agua. En caso de que fuera imprescindible, deben ser especiales para exteriores y con conexión de cable que soporte la humedad.

Todos los aparatos eléctricos deben tener su correspondiente protección, tanto para la conexión, como para las personas, como también la conexión a tierra.